Guía de audioSanctuary of Peninha
Capela de Nossa Senhora da Peninha
Capilla y palacio de principios del s. XX, de estilo barroco, sobre un saliente rocoso con vistas amplias del océano Atlántico.
En lo alto de las brumosas colinas de Sintra, la Capela de Nossa Senhora da Peninha recibe a los visitantes con una atmósfera de asombro atemporal. Esta histórica capilla, cuyo nombre significa Nuestra Señora de la Peninha, se encuentra en un escarpado promontorio desde el que se divisa la inmensidad de la costa atlántica. Desde este punto, la tierra se extiende hasta perderse en el horizonte, donde los acantilados se funden con el mar y el cielo suele teñirse de tonos dorados al atardecer.
Los orígenes de la capilla se remontan a más de cuatrocientos años, a finales del siglo dieciséis. Fue erigida bajo la dirección de un fraile devoto, Pedro da Conceição, y vino a reemplazar antiguos santuarios más frágiles, que una y otra vez sucumbían ante los feroces vientos de la montaña. Con el tiempo, la capilla se convirtió en un lugar sagrado para quienes buscaban milagros y consuelo, y no tardaron en surgir leyendas a su alrededor. Una de las historias más queridas narra el caso de una joven pastora que no podía hablar ni oír, y que fue curada milagrosamente tras un encuentro con una dama misteriosa, a quien muchos identifican como la Virgen María.
Al cruzar el umbral, el visitante se ve envuelto por la serenidad de la arquitectura barroca. Las formas curvas y los detalles dorados y ornamentados decoran el interior y guían la mirada hacia el altar. A lo largo de las paredes, delicados azulejos azules y blancos relatan emocionantes escenas de la vida de María, madre de Jesús, figura profundamente venerada por los católicos de la región. Estas imágenes, con el paso de los siglos, han sido fuente de inspiración y fe, atrayendo peregrinos tanto de pueblos cercanos como de tierras lejanas, especialmente durante las celebraciones anuales que tienen lugar a finales de agosto.
Junto a la capilla se alza un imponente palacio de principios del siglo veinte, construido en un estilo revivalista de aspecto dramático y casi fortificado. Esta construcción fue concebida como residencia privada, aunque nunca llegó a ser habitada. Juntas, la antigua capilla y el palacio conforman en la cumbre un fascinante contraste entre raíces espirituales humildes y ambiciones arquitectónicas grandiosas.
La historia de este santuario está impregnada de mitos locales y tradiciones más amplias europeas. Igual que ocurre con otros lugares marianos de Portugal y España, relatos de curaciones milagrosas y apariciones divinas han afianzado la relevancia de la capilla en la cultura de la región. Para muchas personas, sigue siendo un destino de promesas personales y peregrinaciones: un puente entre historia y fe.
El viento en lo alto de la colina trae consigo el aroma del bosque y la brisa salina del océano. Desde este lugar, se disfruta de una vista panorámica que abarca desde las islas Berlengas en el norte hasta el cabo Espichel en el sur. Este impresionante paisaje da forma a la identidad del santuario, invitando a la contemplación y recordando el profundo lazo de Portugal con el mar y el cielo.
Reconocida como Bien de Interés Público desde finales de los años setenta, la Capela de Nossa Senhora da Peninha está protegida como un testimonio fundamental del patrimonio portugués. El lugar acoge a todos quienes buscan belleza, misterio y un poco de paz entre las rocas azotadas por el viento.