Guía de audioPlaza del Comercio

Praça do Comércio

Plaza pública sobre la costa con arco y estatua notables, cafés al aire libre y establecimientos comerciales.

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En pleno corazón de Lisboa, frente al brillo plateado del río Tajo, se extiende la Praça do Comércio: una inmensa y animada plaza pública que cuenta la historia de una ciudad que supo resurgir de la adversidad. Antiguamente, aquí se alzaba un palacio real, pero todo cambió tras el devastador terremoto que sacudió Lisboa a mediados del siglo dieciocho. Bajo la visión audaz del marqués de Pombal, los arquitectos reconstruyeron la zona guiados por los ideales ilustrados de razón y orden, dando origen al conocido estilo pombalino. Basta mirar a tu alrededor para ver los edificios amarillos de arcos simétricos, robustas torres de piedra y amplios espacios abiertos que invitan tanto a lisboetas como a visitantes a detenerse y disfrutar.

La plaza, con su disposición en forma de u que se abre hacia el río, recuerda a las grandes plazas reales de Francia, donde el diseño geométrico y el espacio abierto simbolizaban tanto la presencia monárquica como el orgullo ciudadano. En el punto central se levanta la estatua ecuestre de José primero. Realizada a finales del siglo dieciocho, esta imponente figura de bronce representa al rey a caballo dominando serpientes enroscadas, una poderosa alegoría de la victoria sobre el caos. El pedestal, de piedra, está decorado con esculturas que simbolizan la Fama y el Triunfo, un homenaje a la era de los descubrimientos y a la capacidad de resiliencia de Portugal.

En el extremo norte se alza el Arco de la Rua Augusta, también conocido como Arco del Triunfo, cuya construcción llevó más de un siglo. Este monumental acceso combina elementos clásicos y detalles ornamentales, rematado por alegorías: el Valor y el Genio coronados por la Gloria. A ambos lados del arco aparecen esculturas que personifican los ríos Tajo y Duero, destacando su importancia vital para Portugal. Muy cerca se rinde homenaje a cuatro figuras históricas: el legendario líder lusitano Viriato, el navegante Vasco da Gama, el gran reformador marqués de Pombal y Nuno Álvares Pereira, célebre general y fundador de un convento.

Si caminas hacia el sur, llegas a los escalones de mármol del Cais das Colunas, antigua entrada ceremonial de la ciudad desde el río. Durante siglos, este fue el lugar donde reyes, jefes de estado y visitantes ilustres desembarcaban en Lisboa. Con el tiempo, la Praça do Comércio pasó de ser terreno real a convertirse en el corazón administrativo y social de la ciudad. Hoy rebosa vida con terrazas al aire libre, eventos culturales y gente proveniente de todas partes.

Pero la plaza es mucho más que una joya arquitectónica; es uno de los principales símbolos de la identidad lisboeta, de su poder y su espíritu indomable. Sus monumentos encierran capas de significado: alegorías, figuras históricas y hasta alusiones veladas a símbolos masónicos o esotéricos. Por encima de todo, la Praça do Comércio es testigo de la fuerza colectiva, un lugar vivo donde pasado y presente dialogan bajo el cielo abierto de Lisboa.

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