Guía de audioPalacio Nacional de Ajuda
Palácio Nacional da Ajuda
Palacio neoclásico, residencia real en el siglo XIX, convertido en un museo de arte decorativo.
En lo alto de la colina de Ajuda, en Lisboa, con amplias vistas sobre el río Tajo, el Palacio Nacional de Ajuda invita a los visitantes a adentrarse en un mundo donde el esplendor real y la historia viva se encuentran. Este palacio neoclásico comenzó a construirse a finales del siglo dieciocho, concebido como residencia permanente para la familia real portuguesa tras la devastación provocada por el terremoto de Lisboa. La fachada de piedra clara y la majestuosa entrada ya dejan entrever los siglos de historias que resguardan sus muros.
En el siglo diecinueve, el palacio se convirtió en la residencia principal del rey Luis Primero y la reina María Pía, quienes aportaron calidez y toques modernos a la decoración de los espacios. Bajo la dirección de arquitectos como Manuel Caetano de Sousa, Francisco Xavier Fabri, José da Costa e Silva y Joaquim Possidónio da Silva, el edificio logró una armonía única entre la exuberancia barroca y la elegancia neoclásica. Durante este periodo, las salas se enriquecieron con salones privados, baños interiores y comedores íntimos, elementos vanguardistas para el confort de la realeza.
Al cruzar el umbral, los visitantes descubren salones luminosos donde el reflejo del sol baila en espejos dorados y estucos ornamentados. Los frescos del techo presentan escenas de la mitología y episodios gloriosos de la realeza, mientras que los suelos relucientes parecen guardar aún el eco de los pasos de antiguos cortesanos. En estos mismos espacios se celebraron fastuosos bailes, reuniones del consejo y banquetes oficiales, y también se vivieron momentos de alegría y tristeza de la familia real, bajo la protección de pesadas cortinas y brillantes candelabros de cristal.
Hoy en día, el palacio conserva su autenticidad. La mayoría de las estancias mantiene la distribución y decoración original del siglo diecinueve. Las colecciones del museo abarcan cinco siglos de historia y reúnen tesoros en forma de mobiliario, tapices, cristal reluciente y delicada porcelana. Obras maestras de pintores como El Greco y retratos firmados por Moroni comparten espacio con bustos esculpidos y piezas de orfebrería exquisita. En la Real Tesorería, las joyas de la Corona portuguesa y objetos ceremoniales se exhiben en un ala de última generación, diseñada tras una reciente renovación que movilizó varios millones de euros.
El ala oeste, renovada y modernizada, alberga exposiciones interactivas y espacios versátiles pensados tanto para quienes desean realizar una visita breve como para aquellos que buscan una experiencia más profunda. Más allá de su relevancia como museo, el palacio sigue siendo un referente vivo: acoge ceremonias de Estado y eventos culturales, conectando el pasado vibrante de Portugal con su presente.
El Palacio Nacional de Ajuda es un homenaje al legado real, al arte y a la innovación. Se trata de una visita imprescindible para quienes desean sumergirse en la grandeza y el espíritu del viaje cultural de Portugal.