Guía de audioPalacio del marqués de Pombal
Palácio dos Marqueses de Pombal
Suntuoso palacio barroco con exuberantes jardines en terrazas, lujosos interiores decorados con azulejos y fuentes que antaño se utilizaron para reuniones aristocráticas.
El Palacio de los Marqueses de Pombal, ubicado en Oeiras, es uno de los grandes emblemas de la nobleza portuguesa del siglo dieciocho, donde confluyen historia, cultura y una belleza visual inigualable. Al cruzar el umbral de este palacio, el visitante es recibido por amplias escalinatas de piedra y fachadas pintadas en suaves tonos amarillos, enmarcadas por jardines verdes y frondosos. En tiempos pasados, esta propiedad fue el epicentro de la familia Carvalho, siendo su miembro más célebre Sebastião José de Carvalho e Melo, conocido como el Marqués de Pombal. Él fue una figura clave en el gobierno de Portugal, guiando tanto la capital como el país tras el devastador terremoto de Lisboa a mediados del siglo dieciocho, e impulsando profundas reformas.
La arquitectura del palacio es una imponente muestra del estilo barroco, posteriormente matizada por trazos más ligeros y alegres del rococó. Destacan sus escaleras curvas, los elaborados marcos de las ventanas y las cuidadas tallas ornamentales, que refuerzan su aire majestuoso. En el interior, cerca de una veintena de salones exhiben techos de estuco profusamente decorados, llamativas pinturas de artistas como André Gonçalves, esculturas minuciosas y espectaculares revestimientos multicolores de azulejos. Estos azulejos y frescos retratan escenas de la vida aristocrática: paseos a caballo, cacerías, fiestas al aire libre, así como episodios religiosos y mitológicos.
Los jardines del palacio son igualmente evocadores. A lo largo de extensas avenidas arboladas y plantaciones de cítricos, se escucha el suave murmullo de fuentes y cascadas, que refrescan el ambiente. La influencia italiana se percibe claramente en espacios como la Cascata dos Poetas, una gruta entre rocas coronada por bustos de cuatro poetas, incluido Camões, el más ilustre de la literatura portuguesa. Esculturas al aire libre, céspedes en terrazas y coloridos parterres servían de escenario para reuniones aristocráticas, representaciones teatrales y conciertos, una tradición que persiste hoy en día mediante eventos públicos y actividades al aire libre.
Además del esparcimiento, estas tierras fueron campo de ensayo para innovaciones agrícolas. La finca albergaba extensos viñedos y olivares, y contaba con instalaciones como un lagar y un granero, reflejando una búsqueda de autosuficiencia productiva en armonía con el refinamiento cortesano. La visión del Marqués trascendió lo arquitectónico: transformó el panorama social y económico del país, impulsó reformas modernas en la administración y la educación, y fortaleció Portugal tras la catástrofe.
A lo largo del tiempo, la propiedad pasó por distintos dueños y usos: de refugio privado a espacio comunitario, hasta que, a comienzos de este siglo, el ayuntamiento de Oeiras la adquirió y conservó como Monumento Nacional. Gracias a una esmerada restauración, los detalles originales se han preservado y el acceso al palacio y sus jardines está garantizado para todos. Hoy, los visitantes encuentran ecos vívidos de la vida aristocrática a través de festivales estacionales, exposiciones de arte y talleres educativos, y una nueva energía, ya que el palacio se ha convertido en un referente cultural y educativo que invita tanto a residentes como a viajeros a formar parte de su historia viva.